lunes, 28 de febrero de 2011

Solo queda la esperanza

¿Quién no se ha tumbado nunca en la cama un rato a perder el tiempo cuando tienes mucho que hacer? Simplemente para pensar, llorar o esperar una llamada, poner en orden todos los pensamientos que acechan tu mente a mil por hora, recordar todas esas desilusiones y dejarlas atrás. Para mirar a un punto fijo en silencio y visualizar ahí todas tus esperanzas y todos tus sueños.
Le has dicho a todo el mundo que quieres estar sola, que no quieres ver a nadie; pero tú sabes que es mentira, nadie quiere estar sólo, el problema viene cuando sólo quieres estar con una persona y él no está a tu lado. Por eso te tumbas en silencio a pensar en él, a ver pasar las horas porque tienes la esperanza de que si te quedas quieta, si deseas algo con todas tus fuerzas tarde o temprano, él aparecerá por la puerta

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